sábado, 4 de octubre de 2014

El Show de Espina III



El Show de Espina III

Del documento del senador Espina:
<<…uno de cuyos mandatos será hacer un catastro y delimitar las tierras que el Estado de Chile debe al pueblo Mapuche. Para ello, deberá  oír las reivindicaciones territoriales de las comunidades y sus fundamentos históricos y legales; como asimismo de los agricultores, parceleros y emprendedores forestales, recopilará la información que juzgue necesario y determinará los límites que corresponda restituir.>>
Este tipo de afirmaciones son, precisamente, las que permiten a los indigenistas exigir territorios para el “Pueblo Nación Mapuche”. En efecto, el senador reconoce derechos “territoriales” sin dejar margen alguno para buscar y encontrar la verdad histórica y jurídica de las demandas indigenistas. Al decir “recopilará le información…y determinará los limites que corresponda restituir” (curiosa frase que no define el objeto cuyos limites  corresponda definir, un castellano que se ha paseado por las oficinas de los más importantes personajes de Chile) acepta implícitamente que hay que restituir, esto es, conforme a  las dos primeras acepciones de la RAE para restituir : . 1.-Volver algo a quien lo tenía antes.2.-. Restablecer o poner algo en el estado que antes tenía. Resulta que toda la evidencia histórica y jurídica no avala esta temeraria suposición del Sr. Espina. Pero la fuente de estas afirmaciones está en los documentos generados por la Concertación, tanto en el programa del Sr. Aylwin como en las legislaciones. La izquierda nacional e internacional se caracteriza por la reinvención de la historia., en este caso desconocen deliberadamente la existencia y los efectos del DL 2.568 siguiendo la línea de la Comisión Aylwiwn. Aceptar estas historias reinventadas con una facilidad que revela lo menos, falta de análisis y de seriedad y, a lo mas, intencionalidad torcida.
 Todo hace suponer que su fuente de información proviene de la “Comisión de Verdad Histórica y Nuevo Trato”, mamotreto que no creo que haya leído y que, si lo ha leído, no lo ha analizado. Esta comisión tenía un componente Premio Nacional de Historia, don Lautaro Núñez,  arqueólogo del norte; ni un solo historiador de la Academia Chilena de la Historia. El resto puros indigenistas ideologizados. En todo caso la comisión también la integró Felipe Larrain, ex ministro de Hacienda, quien emitió un lapidario informe de minoría sobre las distorsiones históricas contenidas en el Informe Final.
La realidad, por su parte, comienza a emplazar a Espina: la violencia en La Araucanía no solo no se aplaca, recrudece, se reafirma, se extiende, los camioneros han sido y son hoy las víctimas, pero a no equivocarse, los agricultores de toda la zona están comprendidos en las  demandas territoriales, los pequeños agricultores viven atemorizados, sino aterrorizados. Los grandes, al “aguaite” de lo que pasará.
Las autoridades califican la situación en La Araucanía de “conflicto social” como si fuera una huelga de los empleados fiscales pidiendo aumento de sueldo. Nada se le oye al Sr. Espina sobre esta definición, el está colaborando para el éxito del alcalde, el que preguntó si se detendría una toma mostrando un “papelito” (escritura de dominio) para evitar una toma, ¿será amenaza o advertencia? Doce años de parlamentario y no sabe nada de lo que realmente pasa en la zona que representa, o no quiere saberlo.
Dada la realidad que se está viviendo en la zona, cabe preguntar si de las 120 reuniones sostenidas con las “fuerzas vivas” se propuso siquiera una tregua en que participaran los indigenistas para encarar el problema de la paz en una ambiente pacífico.
Todo lo analizado puede derivar en reuniones entre los que están de acuerdo en casi todo, pero sin la concurrencia de quienes non están de acuerdo en renunciar a sus demandas de emancipación y autonomía, como se ha dicho en el artículo anterior de este análisis, no se logrará la paz deseada por todos.
El video de respaldo a Espina es de una ingenuidad angelical, sin sustancia:  “queremos la paz en La Araucanía”, ¡bravo! todos de acuerdo, viva Espina…sin evaluar que estaban siendo utilizados por un típico político.
Es necesario restablecer la verdad, tarea difícil por la infiltración conceptual y los supuestos falaces como los sostenidos en el documento de Espina, mas de veinte años de concientización orquestada y vociferada por los medios de comunicación, financiados por organismos extranjeros cuyos objetivos no se conocen. Si a esto sumamos la inercia, casi bovina, de dirigentes de la zona y el temor de sus representantes por el enorme poder político de la izquierda gobernante la tarea se dificulta.
Una reminiscencia histórica: los persas, amos del mundo, atacaron a los griegos. Sus fuerzas tenían una superioridad incalculable. Pero  trescientos espartanos comandados por Leónidas, detuvieron a los cientos de miles de persas en el paso de las Termópìlas, por su parte, Temístocles derrotó, en la batalla naval de Salamina,  a la poderosa armada persa con una flota sumamente inferior (480 A.C.).
Ni Leónidas ni Temístocles ni los espartanos se escudaron en su inferioridad numérica para salvar a Esparta y la soberanía de Grecia.
Julio Bazán A.
4 de octubre, 2014








No hay comentarios:

Publicar un comentario