domingo, 24 de agosto de 2014

CONTINUADORA DE LA UNIDAD POPULAR



CONTINUADORA DE LA UNIDAD POPULAR.

Con el objeto de insistir en los objetivos reales que existen para generar, activar y mantener el conflicto en La Araucanía y apremiado por lo afirmado por la Sra. Presidenta en África, declarándose continuadora de la obra de la Unidad Popular, transcribo párrafos del libro ¿Es Mapuche el Conflicto?

CONCEPTO DE “USURPACIÓN” DE TIERRAS. La nostalgia socialista.

La Comisión (Comisión de Verdad Histórica y Nuevo Trato)busca sus fundamentos ideológicos en el pensamiento y en la acción de la Unidad Popular, que gobernó a Chile entre 1970 y 1973, en efecto, así se desprende de la lectura del informe de La Comisión para definir el concepto que anuncia esta parte del análisis:

<<11.1. La Reforma Agraria durante la Unidad Popular-

El manifiesto y compromiso firmado en el cerro Ñielol el año 1964 entre el entonces candidato a la presidencia Salvador Allende y el pueblo mapuche contemplaba el dictado de una nueva ley indígena, en la que, respecto a la propiedad de las tierras, se debía abordar la “... restitución y remensuramiento de todos los fundos colindantes con comunidades o propietarios indígenas, para saber a ciencia cierta las hectáreas usurpadas y la vuelta inmediata a sus dueños... ”.

<<En este sentido el programa de la Unidad Popular era claro respecto al tratamiento del tema indígena. “La defensa de la integridad y ampliación y asegurar la dirección democrática de las comunidades indígenas, amenazadas por la usurpación, y que al pueblo mapuche y demás indígenas se les asegure tierras suficientes y asistencia técnica y crediticia apropiadas..>>. 

Una vez iniciado el gobierno de la Unidad Popular, se inicia una política sistemática y coordinada destinada a resolver la demanda de tierras mapuches. Esta política se inaugura y adquiere su máxima expresión con el denominado “cautinazo”, momento en que el conjunto de los organismos del agro, encabezados por el ministro de agricultura de entonces, Jacques Chonchol, se trasladan en su totalidad a la ciudad de Temuco.
El proceso de restitución de las tierras usurpadas era difícil y complejo ya que la ley indígena que operaba hasta ese momento, no consideraba la restitución de tierras usurpadas. Allende pensó en resolver el problema de las “tierras indígenas” de la manera más efectiva y rápida posible; para ello, sugirió aplicar la Ley de Reforma Agraria para tratar de resolver el problema de la restitución de tierras.>>
Lo que no dice el documento es que las expropiaciones, que tenían conforme a estos enunciados como finalidad la restitución del dominio de las tierras a los mapuche, se radicó en la Corporación de Reforma Agraria, por la vía de los asentamientos campesinos.
Al tomar como fundamento lo expuesto sobre el concepto de “usurpación” las definiciones de la Unidad Popular, respaldan  la afirmación contendida en este libro en que se afirma que la política indígena contenida en los instrumentos generados por la ley 19.253 pretende aplicar los conceptos de la Reforma Agraria en la Araucanía. Esta vez, la Nueva Mayorñia,  sin expropiación: por expoliación provocada por la agitación con tomas y amedrentamiento para quebrantar la voluntad de los agricultores y obtener tierras vía CONADI.
Julio Bazán A.
24 de agosto 2014.

sábado, 2 de agosto de 2014

Paz en La Araucanía



PAZ EN LA ARAUCANÍA.

Esta frase, generalizada, transversal, tranquilizadora, que utilizan  todos los sectores que proponen como finalidad de cualquier acción que se proponga para la región: el logro de la paz.
¿Es la paz un bien en sí mismo? Si, ciertamente, lo es.
Entonces ¿porque ha sido tan difícil lograr la paz en La Araucanía?
La contestación parece sencilla, y por sencilla, o por temor a la verdad, no se expresa, no se analiza, no se debate; la violencia aumenta, los violentistas están cada vez mejor entrenados, mejor  equipados, mejor organizados, él  Estado cada vez, mas confundido.
Conseguir la paz supone el acuerdo entre la sociedad civil, que comprende a todos, mapuches o no mapuches, los grupos indigenistas activistas,  y el Estado. Cualquiera de estos grupos que no está disponible para conseguir la paz, destruye los procesos de pacificación.

Para poder dimensionar el problema de La Araucanía es nececesario  recurrir a una simple definición: la violencia es un medio para conseguir un objetivo. El Objetivo es la creación de un estado autónomo entre al Bio Bio y el Toltén. Es decir, ceder soberanía en un territorio comprendido entre estos ríos y desde la Cordillera de los Andes hasta el Océano Pacífico.

La violencia deliberada y programada  es un instrumento para cercenar la continuidad del territorio nacional.
Generar programas de desarrollo no solo está bien, es necesario, pero hay que estar conscientes que, por si solos, no aseguran el objetivo de paz.
Hay consenso en que el pueblo mapuche no participa de la violencia de los indigenistas. Negociar con ellos es posible y, con seguridad, se conseguirán importantes avances en la integración nacional.
Per no son estos mapuche los que no quieren la paz. Son aquellos que reivindican la “emancipación”, la “autonomía territorial” (entre al Bio Bio hacia el sur) del “Pueblo Nación” mapuche.
José Lincoqueo, abogado mapuche escribió a la entonces presidenta electa Sra. Bachelet:
“…Chile llega hasta la rivera norte del Bío Bío, que en su inciso final dispone que “...el Bío Bío es la línea divisoria entre los nuevos hermanos y aliados” , es decir, es la frontera entre Chile, y Ragko Mapu (Arauco en el idioma español de ustedes los chilenos)”,  En una conversación casual con el abogado José Lincoqueo, sostenida en las oficinas del Archivo General de Asuntos Indígenas en Temuco, me dijo textualmente: “…si, es cierto que estoy suspendido del ejercicio profesional, pero solo para representar a terceros, en las demandas sobre tierras mapuche me represento a mí mismo como copropietario de todo este territorio junto a mis hermanos mapuche”. 
Demás está decir que el Sr. Lincoqueo es referente intelectual e ideológico de los movimientos indigenistas.

Héctor LLaitul: El pensamiento emancipatorio de la Coordinadora Arauco-Malleco / Una estrategia de Liberación Nacional Mapuche (Parte I)

<<…la CAM  ha manifestado  así  su  posición:  “Es  la  restitución  de  la  autonomía  del  pueblo Mapuche,  el autogobierno,  la  construcción  de  una  economía  interna,  el  control  de  las  relaciones sociales,  el  respeto  a  la  cultura  y  a  la  lengua.  Hemos  comenzado  un  proceso  de acumulación de  fuerzas, proceso necesario para  conseguir el objetivo de  la autonomía  y posterior  liberación”. Entonces, para mayor  comprensión, debemos dejar  claro  también, que la CAM no es separatista, no hemos planteado la creación de un Estado separado del chileno, por tanto la demanda separatista no aparece en nuestro pensamiento y discurso.
Lo que si se expresa es la demanda territorial para desarrollar un proceso de autonomía y liberación  nacional.  Podría  parecer  claro  que  la  demanda  de  recuperación  total  del territorio  ancestral  abre  la  posibilidad  de  una  posición  separatista,  pero  al  respecto  no tenemos  una  posición  definida.>>

Carta del Lonko Catrilanca.
…”En ese contexto, nuestras demandas puntuales para establecer dialogo real y soluciones concretas son las siguientes
1.- Derechos Territoriales.
a) Devolución del Territorio Mapuche desde el río Bíobío al Sur, a partir del reconocimiento explicito que el Estado hace sobre su existencia en el Tratado de Tapihue de (1825) Art. 19”
Las afirmaciones las respaldan en el Parlamento de Tapihue, al que otorgan categoría de “Tratado Internacional”. Esta afirmación carece absolutamente de fundamento, así  está ampliamente refutada en el libro ¿Es Mapuche el Conflicto? 
De estas afirmaciones, entre muchas, se puede deducir con certeza quienes se oponen a la paz en La Araucanía y lo utópico que resultan las declaraciones de políticos que, con buena voluntad, esperan que los programas de desarrollo que impulsan pudieran recuperar la paz en zona.

Hemos destacado tres declaraciones que se refieren a la creación de un Estado Autónomo, haciendo hincapié en la frase “al respecto no tenemos posición definida”, (refiriéndose a separación del Pueblo Nación Mapuche con Chile)  del documento de la CAM.”

El núcleo del debate debería ser el tema real de discusión y de búsqueda de soluciones. El problema radica en saber se los líderes indigenistas están dispuestos a deponer sus objetivos.
No menos importante es saber si los responsables del Estado chileno están dispuestos a entregar territorios autónomos al Pueblo Nación Mapuche. Esto es, nada más y nada menos, ceder soberanía.
Las definiciones deberían explicitarse para saber de que se trata la búsqueda de la paz en La Araucanía.
Hay que subrayar  que lo que ocurre en La Araucanía no es un “conflicto social”, como livianamente se sostiene, es conflicto político, de  ejercer o no la soberanía por quienes tienen la obligación de hacerlo.

Julio Bazán A.
2 de agosto, 2014