miércoles, 22 de noviembre de 2017

El PC destruye a la DC




El PC destruye a la DC

Las encíclicas sociales inspiraron, sin duda, la creación por don Clotario Blest, católico observante y admirador del Padre Hurtado, de la Central Única de Trabajadores (CUT), en 1953, lo que permitió, desgraciadamente, llevar a cabo la aspiración comunista del concepto ideológico de la sindicalización “única”.
El organismo sindical creado fue, rápidamente,  instrumentalizado por los partidos socialista y comunista. La instrumentalización de los trabajadores había comenzado tempranamente, en 1908, con la creación de la Federación Obrera de Chile.
La llegada del sacerdote jesuita Alberto Hurtado, activó en los jóvenes católicos la necesidad de formar sindicatos de inspiración cristiana en la línea de las encíclicas sociales. Bajo la inspiración del Padre Hurtado se crea la Asociación Sindical Chilena ASICH, que se presentó como alternativa a la embestida de los marxistas para dominar el movimiento sindical.
Es lícito concluir, según mi criterio, que la década de los años treinta muestra el germen de los “ires y venires” de los siguientes cincuenta  años de la política chilena. Más aún, se proyectan hasta el día de hoy en la conformación de bloques políticos en que se pueden reconocer sus orígenes en las posiciones que determinaron esa época.
La estrategia diseñada en el VII Congreso de la Internacional Comunista, resultaba ser un acierto para la experiencia chilena.
La relación interna en el Frente Popular se fue tensionando por las posiciones extremistas del Partido Comunista. Estas tensiones se manifestaron en el Gobierno de don Juan Antonio Ríos, retirando los comunistas a sus ministros del gabinete, sin renunciar a la coalición gobernante.
La decisión de enfrentar al comunismo en las bases populares, con singular éxito. En ese momento histórico el PC defina a su enemigo político; el pequeño grupo de católicos fundaron la Falange Nacional.
Sindicatos de trabajadores de los puertos, de la minería del cobre, entre otros fueron dirigidos por lo falangistas.
La conclusión de los comunistas fue que había destruir a la Falange y a su continuadora; la Democracia Cristiana.
Este objetivo se ha cumplido plenamente.
El controlador de la Nueva Mayoría, con su aliada colocada en laLa Moneda, ha utilizado el complejo bipolar de los DC para envolverlos en soluciones generadas desde el ideario marxista.
Por esto vemos a los DC, como borrachos que no pueden caminar en una línea  emanada de sus doctrinas.
Triunfo estratégico de los comunistas: pulverizaron a un partido totalmente confundido, que no encuentra su futuro en su doctrina matriz, dejándose  manipulado por el Partido Comunista que, además, los tienen totalmente infiltrados.

Julio Bazán A.
22 de noviembre de 2017.  

1 comentario:

  1. Un pedazo de historia para compartir en la mirada crítica y asertiva de un intelectual que tiene mucho que enseñarnos.
    Se agradece la lucidez y generosidad de un grande. Gracias Julio.

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